El Ferrari F80 abre un nuevo capítulo en la legendaria historia de los supercars del Cavallino Rampante. Se producirá en una serie limitada de 799 ejemplares y se situará junto a modelos como el GTO, el F40 y el LaFerrari, para representar la cumbre tecnológica y de prestaciones de la Casa de Maranello.
A esto hay que añadir los 300CV generados por el sistema híbrido compuesto por el eje (e-4WD) y motor eléctrico (MGU-K). La conexión con el mundo de la competición es fundamental, teniendo arquitectura y varios componentes que derivan estrechamente del propulsor del 499P, vencedor de las dos últimas ediciones de las prestigiosas 24 Horas de Le Mans en el Wolrd Endurance Championship (WEC).
El concepto MGU-K, que implica la industrialización de un motor eléctrico similar al de los monoplazas del Cavallino Rampante), y el concepto MGU-H, que genera potencia utilizando el exceso de energía cinética de las turbinas, mediante el desarrollo específico del e-turbo, están tomados de los monoplazas que participan en la Fórmula 1.
El e-turbo maximiza el rendimiento a medias y altas revoluciones mediante el uso de turbinas más grandes, eliminando el turbo-lag a bajas revoluciones, que se compensa con la máquina eléctrica del sistema turbocompresor. El sistema MGU-H también permite calibraciones dinámicas que se benefician del hecho de que los límites de detonación y las condiciones de bombeo del compresor difieren en condiciones dinámicas y estacionarias.
En consecuencia, ha sido posible desarrollar una calibración específica para cada marcha con el fin de lograr una preparación similar a la de un motor atmosférico en diferentes condiciones.
La aerodinámica del F80 alcanza niveles nunca vistos en un Ferrari de carretera. A 250 km/h, la carga vertical es de 1050 kg gracias a la sinergia entre el potente alerón activo trasero, el extractor, los bajos y el frontal, capaz de desarrollar 460 kg de carga aerodinámica a 250 km/h, e inspirado en los autos de competición, y que incorpora el S-Duct y el triplano.
El alerón activo trasero, elemento más característico del nuevo superdeportivo de Maranello, está dotado con un reglaje que permite elevarlo, así como ajustarlo dinámica y continuamente en términos de incidencia, con lo que es posible modular la carga vertical y la resistencia.
En la configuración High Downforce (HD), utilizada durante las frenadas, entradas y curvas, el alerón forma un ángulo de 11° con respecto a la dirección del flujo, generando una carga vertical de más de 180 kg a 250 km/h.
En el extremo opuesto de la envolvente de rotación, el ala está en configuración de baja resistencia aerodinámica (LD), reconocible por su posición del borde de ataque orientado hacia arriba. En esta configuración, la resistencia aerodinámica es mucho menor, gracias a la reducción de la carga aerodinámica y al efecto de tracción generado por el núcleo residual de baja presión que actúa sobre la superficie inferior del ala.
La nueva suspensión activa, controlada por motores eléctricos individuales de 48 V en las cuatro esquinas, contribuye a la generación de carga aerodinámica y a la estabilidad en curva, y garantiza una elevada rigidez allí donde es necesario reducir al máximo la variabilidad de la altura libre al suelo, y una excelente capacidad para absorber la rugosidad de la calzada durante la conducción en carretera.
De este modo, el automóvil disfruta de una excelente manejabilidad en carretera, siendo capaz de gestionar la carga aerodinámica lo mejor posible en todas las condiciones, al tiempo que permite su utilización en circuito o en carretera sin compromisos extremos.
Otra evolución importante aportada en el F80 es el nuevo sistema SSC (Side Slip Control) en su versión 9.0 que se beneficia del estimador integrado FIVE (Ferrari Integrated Vehicle Estimator).
El nuevo estimador se basa en el concepto de gemelo digital, un modelo matemático que reproduce virtualmente el comportamiento del automóvil utilizando las mediciones de sus sensores.
El F80 transforma las exigencias de rendimiento y las señales tecnológicas en un nuevo lenguaje estilístico impregnado del ADN Ferrari.
El resultado obtenido por el equipo del Centro Stile Ferrari dirigido por Flavio Manzoni es un modelo con un aspecto moderno e innovador que, al tiempo que es capaz de acomodar a un pasajero a bordo sin comprometer el confort, a todos los efectos adquiere las connotaciones de un monoplaza.
La referencia a la industria aeroespacial es evidente, y el F80 se rige de hecho por un enfoque futurista que se caracteriza por una sección en diedro con dos soportes muy sólidos en las ruedas.
En la vista lateral, el soporte trasero se desarrolla de forma muy plástica, acentuando la musculatura de toda la aleta trasera. En la zona delantera, una especie de panel elevado actúa como prolongación del paso de rueda, un homenaje a los códigos estilísticos del F40.
De los volúmenes así delineados emerge el habitáculo, una especie de burbuja de efecto suspendido y proporciones sorprendentes, fruto de un minucioso trabajo de arquitectura y proporciones.
Unos 50 mm más compacto que el del LaFerrari, produce un notable efecto en la percepción de los volúmenes, ensanchando los hombros del vehículo y haciendo aún más compacto el habitáculo.
Con el alerón levantado, el automóvil expresa aún más potencia y dinamismo, revelando una segunda naturaleza, debido al diferente equilibrio de volúmenes en las dos configuraciones.
Las funciones se han resuelto desde el punto de vista del diseño para crear una relación perfecta entre prestaciones y forma.
Al igual que en el exterior, también en el interior el F80 no oculta su inspiración en el mundo de la competición, en particular en los monoplazas que participan en la Fórmula 1.
Gracias al trabajo sinérgico de diseñadores, ingenieros, ergonomistas y expertos en Color&Trim, se logró una solución novedosa que convirtió al conductor en el protagonista absoluto de este interior, transformando el modelo en un "1+".
El puesto de conducción gira en torno al conductor y le envuelve por completo, incluso el cuadro de mandos está orientado hacia el lado del conductor, el acompañante, a diferencia del conductor, dispone de un asiento fijo perfectamente integrado en el puesto de conducción.
El F80 está equipado con un volante completamente nuevo, que es unos 14 mm más estrecho que su predecesor, y tiene una forma redondeada en la parte superior e inferior, con una corona 70 mm más corta en el eje vertical para aumentar la visibilidad y la sensación deportiva de la conducción. La empuñadura se ha mejorado para aumentar el agarre de las manos al volante, con o sin guantes.
Por último, regresan los botones físicos en los radios derecho e izquierdo del volante, que sustituyen a la arquitectura totalmente digital utilizada por Ferrari en los últimos años para una mayor facilidad de uso y recognoscibilidad táctil de los botones, un cambio que también tendrá cabida en los futuros modelos de calle del Cavallino Rampante.